FACTOR PSICOLÓGICO DE LA FERTILIDAD
Los pensamientos, los sentimientos y el cerebro, en especial el diencéfalo que es nuestro sistema de regulación psíquica y el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal que rige nuestro sistema hormonal, se comunican directamente con nuestro cuerpo a través de sus células y neurotransmisores. Todos los sistemas corporales son el espejo de un mismo sistema – el ser vivo. De esta manera se hace evidente que nuestra mente y nuestra psique se localizan dentro del cuerpo, o mejor dicho en todo el cuerpo. La mente no material y las células materiales intercambian información de manera constante. Este proceso sigue activo hasta el día en que morimos. Por eso es de gran importancia que nuestro cuerpo goce de buena salud, tanto en lo psíquico como en lo físico, cuando deseamos ser padres.
Es realmente vital que seas consciente acerca de los factores psicosociales, psicológicos y emocionales que influyen de manera muy profunda en tu capacidad para engendrar y concebir un hijo, y que sepas que puedes trabajarlos conscientemente para mejorarlos, con el fin de crear un bebe y que esté sano. Para ello hace falta usar un nuevo lenguaje. El simple hecho de recibir el “diagnóstico” de estéril o infértil golpea a muchas personas de por vida en su autoestima, provocando un profundo desasosiego interno. Muchas personas con ese “diagnóstico” se sienten culpables e incapaces de invertir ese proceso. La palabra esterilidad y/o infertilidad evoca imágenes de tierra seca, árida, incapacidad de dar frutos.
Si ese es tu caso, entonces te sugerimos sustituir esa imagen por la siguiente: “Soy un ser fértil, sensual, móvil y formal (si tu problema es la movilidad y la morfología espermática, por ejemplo) y poseo la enorme capacidad de dar y recibir amor, cariño y prosperidad”. Interioriza esa frase, alineando tus emociones e invoca cada día tu propia realidad. De esa manera cambiarás desde dentro tu propia percepción de ti mismo, mejorando sustancialmente tu estado psicosomático (soma en griego significa cuerpo).
Los pensamientos, los sentimientos y el cerebro, en especial el diencéfalo que es nuestro sistema de regulación psíquica y el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal que rige nuestro sistema hormonal, se comunican directamente con nuestro cuerpo a través de sus células y neurotransmisores. Todos los sistemas corporales son el espejo de un mismo sistema – el ser vivo. De esta manera se hace evidente que nuestra mente y nuestra psique se localizan dentro del cuerpo, o mejor dicho en todo el cuerpo. La mente no material y las células materiales intercambian información de manera constante. Este proceso sigue activo hasta el día en que morimos. Por eso es de gran importancia que nuestro cuerpo goce de buena salud, tanto en lo psíquico como en lo físico, cuando deseamos ser padres.
Es realmente vital que seas consciente acerca de los factores psicosociales, psicológicos y emocionales que influyen de manera muy profunda en tu capacidad para engendrar y concebir un hijo, y que sepas que puedes trabajarlos conscientemente para mejorarlos, con el fin de crear un bebe y que esté sano. Para ello hace falta usar un nuevo lenguaje. El simple hecho de recibir el “diagnóstico” de estéril o infértil golpea a muchas personas de por vida en su autoestima, provocando un profundo desasosiego interno. Muchas personas con ese “diagnóstico” se sienten culpables e incapaces de invertir ese proceso. La palabra esterilidad y/o infertilidad evoca imágenes de tierra seca, árida, incapacidad de dar frutos.
Si ese es tu caso, entonces te sugerimos sustituir esa imagen por la siguiente: “Soy un ser fértil, sensual, móvil y formal (si tu problema es la movilidad y la morfología espermática, por ejemplo) y poseo la enorme capacidad de dar y recibir amor, cariño y prosperidad”. Interioriza esa frase, alineando tus emociones e invoca cada día tu propia realidad. De esa manera cambiarás desde dentro tu propia percepción de ti mismo, mejorando sustancialmente tu estado psicosomático (soma en griego significa cuerpo).
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